Kampala - El hijo del líder ugandés, Yoweri Museveni, Muhoozi Kainerugaba, anunció en la noche de miércoles en el Twitter su candidatura a las elecciones presidenciales de 2026, afirmando que era tiempo da su generación "brillar", pero retiró el mismo mensaje en las redes sociales.
"En nombre de Jesús Cristo mi Dios, en nombre de toda la juventud de Uganda y del mundo y en nombre de nuestra gran revolución, me candidatearé a las presidenciales de 2026", escribió Muhoozi Kainerugaba.
En un otro tweet el miércoles, que no eliminó, Muhoozi Kainerugaba criticó su padre escribiendo: "Cuantos están de acuerdo conmigo que ha llegado nuestro momento? Ya basta de viejos gobernándonos. De dominarnos. Llegó la hora de nuestra generación brillar".
Los observadores consideran desde hace mucho tiempo sucesor a Muhoozi Kainerugaba, de 48 años, que recientemente se vio involucrado en una disputa diplomática con Kenia, a pesar de que de Kainerugaba dijo en 2013, que " Uganda no es una monarquía".
Yoweri Museveni, de 78 años, que gobierna Uganda con mano de hierro desde 1986, podría candidatearse de nuevo a la presidencia en las elecciones de 2026.
El 18 de octubre de 2022, Yoweri Museveni había declarado que su único hijo, además de sus otras tres hijas, dejaría de escribir en las redes sociales sobre los asuntos del país, tras una serie de polémicos tweets al inicio de octubre, en los cuales amenazó Kenia.
El jefe de Estado había dicho que su hijo podía expresarse en la red social, desde que se limitara a comentarios sobre deportes, por ejemplo.
Pero Muhoozi Kainerugaba escribió, en el Twitter el día siguiente, "Soy un adulto y nadie me prohibirá nada".
Al inicio de ese mismo mes, el hijo del Presidente había sugerido que él y su ejército no llevarían "dos semanas" en tomar cuenta de la capital keniana, Nairobi. Pocos días después, pidió disculpas al Presidente keniano, William Ruto.
El 04 de octubre, fue sustituido como jefe de las fuerzas terrestres ugandesas.
En 2022, una serie de comentarios en Twitter por Muhoozi Kainerugaba a favor de los rebeldes en la región etíope de Tigray, en guerra con las autoridades federales, también enfureció el Gobierno Etíope.