París - Cuatro hijos del difunto presidente de Gabón, Omar Bongo Ondimba, han sido acusados por la justicia francesa de corrupción, informó hoy Agencia France Presse- AFP, citando una fuente cercana al caso.
Entre el 25 de Marzo y el 5 de Abril, el juez Dominique Blanc acusó sucesivamente a Grace, de 58 años, Betty, de 55, Arthur, de 51, y Hermine Bongo, de 53, por encubrir malversación de fondos públicos, corrupción activa y pasiva y abuso de activos de corporaciones, según información obtenida por AFP.
Bajo este expediente, conocido en Francia como "bienes mal adquiridos", la justicia francesa sospecha que muchos miembros de la familia Bongo, desde el difunto padre Omar hasta el hijo Ali, el actual presidente, pasando por la hija Pascaline, de haber "conscientemente se benefició de una importante propiedad inmobiliaria adquirida "de forma fraudulenta" por el patriarca.
El valor de este patrimonio fue tasado recientemente por el tribunal en "al menos 85 millones de euros".
Los cuatro hijos imputados de Omar, que fue presidente de Gabón desde 1967 hasta su muerte en 2009, impugnaron ante el juez que conocían el origen fraudulento de los bienes.
Todos dijeron que recibieron como "regalo" de su padre los apartamentos parisinos adquiridos entre 1995 y 2004.
Según una sentencia de febrero del Tribunal de Apelación de París, la "enorme fortuna" de la familia proviene "del dinero resultante de la malversación de fondos públicos y sumas considerables del delito de corrupción de las compañías petroleras".
“Las investigaciones realizadas en este procedimiento lo han confirmado”, dijo el juez.
Luego de que el banco francés BNP Paribas fuera imputado en mayo del año pasado por lavado de dinero en beneficio de la familia Bongo, estos cargos marcan una nueva aceleración en esta investigación, que comenzó en Marzo de 2007 tras una denuncia.
Otros hijos, de los 54 que reconoció Omar, podrían seguir.
Contactada por AFP, Jessye Ella Ekogha, portavoz de la Presidencia de Gabón, se negó a comentar la noticia.
La abogada de Grâce Bongo, Elise Arfi, calificó de "escandalosa" y "política" la decisión de acusar a la hija del ex presidente y aseguró que la defensa recurrirá ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
“Veinticinco años después de una compraventa, vienen a decirle al propietario que los hechos que permitieron financiar el piso no tenían un origen lícito”, se indigna el abogado.
"El Estado francés recibió todas las tasas e impuestos que se deberían haber recaudado. Estas ventas fueron legales y regulares", dijo.