N'Djamena - La organización formada por Burkina Faso, Chad, Mauritania y Níger anunció tras una cumbre en N'Djamena que "quiere ardientemente que la hermana República de Malí vuelva a la familia natural que es el G5 Sahel".
El comunicado final resultante de la cumbre destaca "la importancia del G5 Sahel como marco de cooperación y coordinación subregional e instrumento para la lucha conjunta contra el terrorismo, el extremismo y el crimen organizado".
Así, subrayó que "no solo tiene vocación militar, sino un objetivo integrado sobre el desarrollo y los retos relacionados con el medio ambiente", antes de señalar la "responsabilidad colectiva de preservar y revitalizar el G5 Sahel".
La decisión de Mali de abandonar el G5 Sahel y su fuerza militar conjunta contra el fundamentalismo islámico se debió a la negativa de la organización a otorgarle la presidencia debido a la situación política tras los golpes de estado que llevaron al poder a una junta militar.
En aquella ocasión, Bamako subrayó que esta situación “supone una vulnerabilidad de una decisión adoptada por la institución y de los textos básicos del G5 Sahel”.
Tras la salida de Malí, el presidente de Níger, Mohamed Bazoum, proclamó la muerte del G5 Sahel y subrayó que los países occidentales tenían que "hacer más sacrificios" en la lucha contra los grupos fundamentalistas islámicos en esta región del continente africano.
Malí abandonó el G5 Sahel en junio de 2022 debido a las tensiones entre el bloque y Bamako, tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y mayo de 2021.