Lagos-El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, denunció este miércoles la reciente ola de ataques "políticamente motivados" contra iglesias que han dejado decenas de muertos en el país más poblado de África.
A principios de junio, hombres armados con explosivos masacraron a 40 fieles en una iglesia en Owo, en el suroeste, un hecho poco común en una región generalmente libre de la violencia que conmocionó a Nigeria.
El último episodio de este tipo ocurrió esta vez en el noroeste durante el fin de semana, cuando 36 personas fueron sacadas a la fuerza de sus aldeas y dos iglesias en el estado de Kaduna fueron atacadas, con tres muertos, dijeron las autoridades.
"Es obvio que personas sin escrúpulos buscan hundir al país en una tensión religiosa", dijo el presidente Buhari en un comunicado.
Los ataques más recientes no han sido reivindicados, pero para el jefe de Estado fueron orquestados con fines "políticos" por "enemigos" que quieren destruir la unidad del país.
"No lo permitiremos. La nación no será perturbada y dividida por estos actos criminales obviamente planeados y políticamente motivados", enfatizó.
Buhari termina su mandato presidencial en 2023 y se espera que la seguridad sea un tema central en las elecciones presidenciales previstas para febrero de 2023.
Bajo el fuego de los críticos, particularmente por su incapacidad para poner fin a la inseguridad casi generalizada del país, Buhari prometió encontrar a los culpables y llevarlos ante la justicia.
"Los perpetradores (de estos ataques) son pistoleros cobardes, débiles y malvados que matan a sangre fría a mujeres y niños indefensos en sus lugares de culto", agregó.
El gobierno dijo que sospechaba que el grupo extremista Estado Islámico en África Occidental (Iswap) estaba detrás de la masacre de la iglesia de Owo.
Iswap opera en el noreste, a más de mil kilómetros del suroeste, donde desde hace 13 años se desarrolla una insurgencia fundamentalista islámica, con un balance de 40.000 muertos y 2,2 millones de desplazados.
Nigeria también enfrenta otros desafíos de seguridad, incluidos secuestros masivos de escolares, enfrentamientos entre agricultores y pastores y disturbios separatistas que ejercen presión sobre las fuerzas de seguridad.