Nueva York - El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este domingo a las partes implicadas en el conflicto de la región etíope de Tigray la "urgencia" para implementar el acuerdo alcanzado para restablecer las labores humanitarias en la zona.
A través de su portavoz, Guterres llamó a ambas partes a traducir rápidamente sus compromisos "en mejoras concretas para los civiles sobre el terreno", que deberían incluir acelerar el acceso humanitario y restaurar los servicios esenciales.
El portavoz Stéphane Dujarric dijo que la ONU dio la bienvenida al acuerdo alcanzado el sábado y reiteró que quería apoyar el proceso.
Los rebeldes y las autoridades federales de Etiopia anunciaron el sábado que habían aceptado el "acceso humanitario a todos los que lo necesitan" en la región de Tigray, fundada hace dos años.
El anuncio se hizo en una conferencia de prensa después de las conversaciones en Nairobi, la capital de Kenia, sobre la implementación del acuerdo de paz firmado a principios de este mes en Pretoria, a saber, sobre el desarme de las fuerzas rebeldes, la restauración de la autoridad federal en la región y la de ayuda
El acuerdo, que fue firmado por el mariscal Berhanu Jula, jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Etiopía (ENDF), y el general Tadesse Worede, comandante de las fuerzas rebeldes de Tigray, prevé "acceso humanitario a todos los que lo necesiten".
La medida tendrá "efectos inmediatos", explicó el ex Presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, enviado especial de la Unión Africana.
El conflicto en Tigray comenzó en noviembre de 2020, cuando el primer ministro etíope, Abyi Ahmed, envió elementos del ejército federal para arrestar a los líderes regionales que habían estado cuestionando su autoridad durante meses y que fueron acusados de atacar bases militares federales.
Desde el inicio de la guerra, la región del Tigray sufre "un bloqueo humanitario de facto", según la ONU, que ha provocado una crisis de dimensiones aún desconocidas por la ausencia de una red de telecomunicaciones y las restricciones de acceso impuestas por el gobierno etíope.
El conflicto dejó miles de muertos y alrededor de dos millones de desplazados.