Magadishu - El ejército somalí, apoyado por socios internacionales, anunció este jueves que había aniquilado por lo menos 49 combatientes del grupo terrorista Al-Shebab en una operación militar en el centro del país, según la prensa local citada por EFE.
Según la agencia EFE, el portavoz del Ministerio de Defensa, general Abdullahi Ali Anod, dijo que las fuerzas somalíes también recuperaron armas y lograron destruir un cañón antiaéreo en una operación que tuvo lugar en la localidad de Dhagahow, en la región del Medio Shabelle.
El ataque se produjo días después que el ejército recuperara el control de varios lugares estratégicos en las regiones de Galgudug y Mudug del estado central de Galmudug, uno de los cuales había estado bajo control terrorista durante más de diez años.
"Hoy es un gran día para el pueblo somalí, es una victoria para los somalíes", dijo en ese momento el ministro de Defensa, Abdulkadir Mohamed Nur.
Al-Shebab, un grupo afiliado desde 2012 a la organización terrorista Al-Qaida, lanza con frecuencia ataques terroristas en la capital somalí, Mogadishu, y en otras partes del país en un intento de derrocar al gobierno central, con el apoyo de la comunidad internacional, y establecer las fuerzas de un estado islámico ultraconservador.
El grupo controla varias áreas rurales en el centro y sur de Somalia, y también ataca lugares en las vecinas Kenia y Etiopía.
En agosto, el presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, anunció una "guerra total" contra Al-Shebab y, desde entonces, el ejército lleva a cabo numerosos combates contra los terroristas, algunos con la colaboración de militares estadounidenses.
El grupo ha respondido con fuertes ataques en los últimos meses, como los atentados suicidas simultáneos perpetrados el 4 de enero en la ciudad de Mahas, en la región de Hiran, en los que murieron 36 personas, o el atentado con coche bomba contra el Ministerio de Educación, que causó unas 120 muertes, el 29 de octubre.
Somalia vive un estado de guerra y caos desde 1991, cuando el dictador Mohamed Siad Barre fue derrocado, dejando al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias y señores de la guerra de inspiración islámica.
