Lubango –El Instituto de Investigación Agronómica (IIA) creó, en Huila, un banco genético para área semiáarida, que va a conservar y mejorar semillas, especialmente las de origen local, con vista a garantizar la sostenibilidad del sistema de seguridad alimenticia.
La iniciativa que cuenta con la ayuda del Programa de Resistencia para el Fortalecimiento de la Seguridad Alimenticia en el Sur de Angola (FRESAN), por parte del Camões Instituto Portugués, fue fijada en la Estación Experimental Agrícola del municipio de Humpata, cuyo enfoque es desarrollar la agricultura familiar y preservar la herencia genética del semiárido.
Como primer paso para el establecimiento del Banco de interés regional, se hizo una recogida de muestras de semillas junto de los agricultores beneficiarios del FRESAN en las tres provincias de intervención (Huila, Namibe y Cunene), así como una formación técnica.
Al final de la formación, que simbolizó el lanzamiento, el director general del IIA, João Ferreira Neto, dijio que el banco genético regional para semiárido es una realidad, con base en una previa recogida del germo-plasma local.
Para el responsable, la variedad de semillas locales y tras su selección, se dará inicio a un trabajo de multiplicación, para en el futuro experimentar acciones de mejoramiento y aumentar la productividad de estas culturas.
Por su parte, el agregado para la Cooperación de embajada portuguesa en Angola, Miguel Girão de Sousa, señaló que el acceso a semillas de calidad, ya sea para mantener en la comunidad o en bancos de conservación, es un aspecto crítico de interés general de los productores y técnicos, de ahí la apuesta.
Subrayó que es una acción fundamental para la sostenibilidad de la seguridad de los sistemas alimenticios, un camino que esta cooperación con Angola está facilitando, mientras que las variedades locales, con combinación de genes estarán mejor adaptadas a las adversidades climáticas.
La vicegobernadora de Huila para el sector económico, político y social, Maria João Chipalavela, consideró el hecho como el “cumplimiento de un sueño” que comenzó en 2014 con la propuesta, dado al alto valor que las semillas tienen para la agricultura familiar es para combatir la pobreza.
