Bangkok - El gobierno tailandés está bajo el fuego de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos después de que autorizó la deportación forzosa de tres miembros de la oposición democrática a la junta militar de Myanmar de regreso al territorio que se ha convertido en una de las dictaduras más opresivas del mundo en 2021.
Associated Press adelantó la noticia de la repatriación de tres hombres buscados por el gobierno, citando documentos del Consejo de Seguridad Nacional de Tailandia.
La agencia de noticias dijo que el gobierno cumplió con los precedentes diplomáticos y repatrió a los ciudadanos, que no se identificaron como combatientes en Myanmar.
Las organizaciones advierten que, dadas las restricciones a los derechos civiles y humanos en el país, y las constantes detenciones (ya veces ejecuciones) de disidentes políticos, la deportación resulta una irresponsabilidad.
“Dada la situación de violencia generalizada en Myanmar, todos los ciudadanos de Myanmar en Tailandia deberían tener un estatus de protección temporal y, según la ley tailandesa, nadie debería ser obligado a regresar a una situación en la que pueda enfrentarse a graves abusos contra los derechos humanos”, explicó este martes Patrick Phongsathorn, la ONG Fortify Rights.
La organización People’s Empowerment Foundation también criticó la decisión al considerar que es una violación a los derechos humanos y pone en riesgo a los tres hombres por luchar contra el régimen dictatorial.
Según algunos medios independientes, que continúan operando clandestinamente en Myanmar, los tres hombres forman parte de un movimiento de resistencia contra el régimen, que huyó a Tailandia hace aproximadamente un mes después de que uno de ellos resultara herido. Los individuos fueron identificados como Thiha, de 38 años, Saw Phyo Lay, de 26, y Htet Naing Win, de 31, quienes fueron arrestados el 31 de marzo en una operación de vigilancia y devueltos el 4 de abril.
Según noticias citadas por Associated Press, los tres habrían sido deportados al otro lado del río Moei, que separa a los dos países, e incluso intentaron escapar saltando del barco en el que se encontraban, después de haber sido baleados y detenidos por la guardia fronteriza de Myanmar. Es posible que uno de los hombres haya muerto, pero los detalles de los incidentes son algo incompletos debido a las graves interrupciones de comunicación en la región.
Varios miles de personas huyeron de Myanmar la semana pasada después de que se intensificaran los combates entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas de resistencia en las regiones orientales del país.
Myanmar, también conocida como Birmania (nombre con el que se conocía al territorio durante el periodo de la colonización británica), es un país gravemente afectado por la guerra civil desde el siglo XX. A partir de 2011, el país eliminó la dictadura militar y se convirtió en una democracia parlamentaria, encabezada por la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, quien democratizó el país (excepto la minoría rohingya, que siguió siendo oprimida y objeto de limpieza étnica).
En 2021, un golpe militar derrocó al gobierno y devolvió el poder a las fuerzas armadas, que neutralizaron todos los intentos de disidencia y protesta y cortaron los lazos con el exterior. Fuera de los centros urbanos, se reanudó la guerra civil entre la junta y la resistencia democrática.
