Canberra - El primer ministro australiano, Anthony Albanese, dijo hoy que jurará lealtad al rey Carlos III en la coronación del monarca, a pesar de creer que Australia debería tener su propio jefe de Estado, informó el sitio web Noticias al Minuto.
Albanese votó en un referéndum en 1999 por un ciudadano australiano para reemplazar al monarca británico como jefe de estado del país.
Albanese dijo que aceptaba el hecho de que la mayoría de los australianos preferían que el país siguiera siendo una monarquía constitucional en lugar de convertirse en una república y que reflejaría ese sentimiento cuando asistiera a la coronación del rey el sábado en Londres.
"No he cambiado mi posición al respecto y lo he dejado muy claro. Quiero ver a un australiano como jefe de Estado de Australia", dijo Albanese a Australian Broadcasting Corp.
Agregó que esto no quiere decir que no se pueda tener respeto por la institución que es el sistema de Gobierno. "Y creo que, como primer ministro australiano, tengo la responsabilidad particular de representar a la nación de una manera que respete los arreglos constitucionales que existen", justificó.
Un movimiento que hace campaña para que Australia se convierta en una república ha instado a los albaneses a permanecer en silencio cuando el arzobispo de Canterbury invite a "todos los que lo deseen" de la congregación en la Abadía de Westminster a prestar juramento de lealtad al rey.
Pero Albanese dijo que seguiría el protocolo al prestar juramento.
Criado como católico romano, Albanese decidió no prestar juramento sobre una biblia hace un año cuando fue nombrado primer ministro por el gobernador general David Hurley, quien era entonces representante de la reina Isabel II en Australia.
Optó por una declaración de inauguración, una alternativa secular al juramento que no menciona a Dios ni al monarca.
Albanese descartó la posibilidad de celebrar un referéndum en su primer mandato para sustituir al monarca británico por un presidente australiano.
A cambio, está dando prioridad a un referéndum que reconozca a los indígenas australianos en la Constitución y cree un órgano representativo para asesorar al parlamento sobre cuestiones indígenas.
Aunque Albanese ha designado un ministro responsable de la república, aún tiene que fijar una fecha límite para que los australianos voten sobre un eventual cambio constitucional.