Brasilia - El presidente do Brasil, Luiz Lula Inácio Lula da Silva, admitió que la mayoría de las Fuerzas Armadas responde a Bolsonaro y advirtió a los argentinos para el riesgo de votar en la extrema derecha en las elecciones de Octubre.
"Aconteció un fenómeno en Brasil. Yo no se explicar cómo, pero Bolsonaro consiguió la mayoría en todas las fuerzas militares. En la Policía Federal, en la Policía de Carreteraa, en una parte de la Policía Militar y en una parte de las Fuerzas Armadas. Ahora tendremos un trabaho de mucha responsabilidad para que el país vuelva a la normalidad", anuncio el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino.
Lula da Silva está en Argentina en su primer viaje internacional, simbolizando la prioridad de Brasil para su principal socio estratégico, cuya relación es el eje de la integración regional.
Lula da Silva hizo declaraciones en prensa junto al presidente argentino, Alberto Fernández, con quien firmó acuerdos, memorandos y comunicados.
"Lo que pasó es que Bolsonaro no respeta la Constitución y no respeta el papel de las Fuerzas Armadas. Estoy seguro de que vamos a poner las cosas en el lugar correcto. Brasil vuelve a la normalidad", prometió al ser cuestionado, con el cambio del mando del Ejército, fin del clima de desconfianza entre gobierno y militares, tras los atentados el 8 de enero a instituciones democráticas, en Brasilia.
"Primero elegí a un comandante del Ejército que no conozco con seguridad y luego elegí a un nuevo comandante que piensa exactamente como él sobre el papel de las Fuerzas Armadas", dijo, explicando que las Fuerzas Armadas no pueden servir como un político, en referencia al ex presidente Jair Bolsonaro.
“Las Fuerzas Armadas existen para garantizar la soberanía del país, la seguridad del pueblo. Todo está regulado por la Constitución”, dijo.
El sábado último, Lula destituyó al comandante del Ejército, general Júlio César de Arruda. El presidente perdió la confianza tras los ataques a los tres poderes de la República.
El mando fue entregado al General Tomás Miguel Miné Ribeiro Paiva, quien defendió la institucionalidad y el papel apolítico y apartidista de la Fuerza. El nuevo comandante tendrá el papel de depurador político de la Fuerza.