Washington - Cada uno a su manera, Donald Trump y Joe Biden advirtieron que la batalla contra la Covid-19 no es apenas un problema científico, sino también logístico e industrial, al tiempo que los Estados Unidos buscan asegurar la inmunización de 300 millones de habitantes
Trump, que debe pasar el poder a Biden el 20 de Enero próximo, rubricó este martes un decreto "para garantizar que los ciudadanos norteamericanos tengan prioridad para recibir vacunas norteamericanas".
Durante una "reunión de vacunas" en la Casa Blanca, el presidente cesante recordó que tiene el poder de invocar una ley que le garantizaría la producción de las fábricas norteamericanas, aunque haya dicho que cree que no fuese necesario.
El presidente electo, Joe Biden, por su vez, alertó que si el Congreso no llega rápidamente a un acuerdo financiero para combatir la pandemia, la campaña de vacunación contra el nuevo Coronavirus puede ser retardada o incluso parar.
En su reducto, en Wilmington, Delaware, Biden enfatizó que es imperativo que los legisladores entren en acuerdo "ahora que, millones de norteamericanos pueden esperar meses a más para recibir la vacuna".
Ambos tienen pedidos parecidos, pero sus previsiones varían.
El gobierno en fin de mandato confía en que sea posible vacunar 100 millones de norteamericanos antes del fin de Marzo (hace una semana, la previsión era finales de Febrero). Biden fijó como meta distribuir 100 millones de dosis durante los primeros 100 días en el cargo, al final de Abril.
La Pfizer/BioNTech y la Moderna, cuyas vacunas pueden ser licenciadas por la agencia de medicamentos FDA en los próximos días, tienen contratos con los Estados Unidos para suministrar 100 millones de dosis, que deberían ser suficientes para la etapa inicial de vacunación - residentes de hogares para ancianos, profesionales de salud y parte de grupos prioritarios que serán designados posteriormente.
Los Estados Unidos van a necesitar de otros proveedores.