Huambo - El rey de Bailundo, EKuikui V, fue condenado hoy martes por el Tribunal Provincial de Huambo a seis años de prisión, por coautoría moral del delito de homicidio preterintencional voluntario, ocurrido en 2017.
El Tribunal probó la participación del soberano en la muerte del ciudadano Jacinto Kamutali Epalanga, el 14 de Marzo de 2017, luego de un juicio tradicional, por creencia en brujería.
El hecho tuvo lugar en Ombala Mbalundo, en las afueras de la vida de Bailundo, a 75 kilómetros de la ciudad de Huambo.
La lectura del fallo en el proceso contencioso No. 195/19 recayó en la jueza de derecho y presidenta del caso, María Imaculada Lussinga, quien confirma la participación del Rey Ekuikui V en el referido juicio tradicional, como juez, quien juzgó la víctima, presuntamente por haber matado a un niño menor de nueve años mediante brujería.
Según el fallo, a través de la autopsia realizada al cuerpo cadavérico, se concluyó que la muerte de Jacinto Kamutali Epalanga se debió a una pancreatitis hemorrágica resultante de fuertes golpes de tres individuos, utilizando un palo, denominado “muginga o ginga”.
Además del soberano, que aún deberá pagar 150 mil Kwanzas de honorario de justicia, el coacusado David Salvador Muanga, la fecha de los hechos del brujero, también fue condenado a ocho años de prisión y 120 mil Kwanzas de honorario de justicia.
También se les ordenó pagar mancomunada y solidariamente dos millones de kwanzas, como indemnización a los familiares de la víctima, por daños morales y patrimoniales, mientras que el secretario judicial Fernando Rossi fue absorbido por el Tribunal.
Disconforme, el agente del coacusado, Domingos Sassi, interpuso recurso de apelación con efecto suspensivo.
Nombrado Armindo Francisco Kalupeteca, Ekuikui V, Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad José Eduardo dos Santos, fue entronizado el 13 de Abril de 2012 en sustitución del Rey Katchitiopololo “EKuikui IV”, fallecido ese mismo año.
El Ombala Mbalundo fundado en el siglo XV por el rey Katiavala I, cuenta con 36 sobas, de los cuales ocho son residentes permanentes en ese tradicional lugar.