Luanda - El día de los fieles difuntos, celebrado este jueves, 2 de noviembre, registró una gran afluencia de personas en los principales cementerios del país, particularmente en Luanda, nominalmente en Alto das Cruzes, Mulemba 14, Santa Ana, Camama, Viana y Benfica. .
Después de la reapertura de peregrinaciones y misas en los cementerios de Luanda, en 2022, tras la pandemia de Covid-19, este es el segundo año que los campos santos reciben visitas de familiares.
Armados de escobas, baldes de agua, pintura, cemento, bloques y flores, objetos que se acompañan en estos espacios, los familiares buscaron brindar un ambiente diferente para las almas de sus seres queridos, promoviendo misas en honor a los difuntos.
Durante un recorrido por los cementerios, la Angop constató la preocupación de las personas por el respeto a sus seres queridos, hechos que no pasaron desapercibidos desde los lamentos por la pérdida, limpieza y construcción de tumbas, además de las oraciones.
Según el padre Álvaro Adelino, de la Arquidiócesis de Luanda, que asistió a la misa matutina en el cementerio de Alto das Cruzes, en esta fecha es importante reflexionar sobre el valor de la vida, don que Dios concedió, hecho que guía la Comunidad cristiana para pensar en los seres queridos que vivieron juntos durante mucho tiempo.
“Este mundo es un lugar de paso, por eso todos somos peregrinos”, dijo.
En este contexto, subrayó, que es necesario hacer una pausa y darse cuenta de que la vida tiene un final, y quienes la precedieron merecen un recuerdo de reflexión sobre el momento que pasaron juntos.
Para la joven Assana Gurgel, quien acudió al cementerio de Santa Ana, dijo que la fecha es especial y le permitió visitar las tumbas de sus abuelos, personas que fueron muy importantes para ella.
También dijo que las visitas a las tumbas de los abuelos no se restringen al 2 de noviembre, sino siempre que haya tiempo para hacerlo.
A su vez, la anciana Isabel Luís afirmó que es un momento importante y de gran sentimiento, en el que recuerda a los seres queridos, limpia las tumbas y reza oraciones, siendo esta costumbre común en su familia.
Respecto a la vandalización de espacios sagrados, hizo un llamamiento a la sociedad para que cese este tipo de prácticas porque “hoy nuestros seres queridos se han ido, mañana seremos nosotros, y si vandalizas hoy, mañana también serás vandalizado”.
En el cementerio de Mulemba 14 el ambiente era el mismo, rodeado de dolor y recuerdos de los fallecidos.
Para la administradora del espacio, Nunes Marcial, desde la apertura de los portones comenzó a registrarse la afluencia de personas.
Respecto al tema de los vandalismos a las fosas, el responsable dijo que sí ha ocurrido, pero, con la ayuda de la Policía en el lugar, han logrado poner fin a la situación.
A su vez, el joven José Fernando, quien acudió al cementerio de Mulemba, dijo que la fecha es especial, pues permite hablar con el ser querido, aunque no sea escuchado, pero ayuda a expresar los sentimientos.
Laurinda Tchitalala, quien visitó la tumba de un amigo, dijo que fue un momento de dolor, pero significativo por el merecido amor que los vivos tienen por los difuntos.